Finalmente, luego de tres partidos, Huracán sumó su primer punto en este torneo. Nada más y nada menos que ante Central, en el Gigante de Arroyito. Si me preguntan, creo que Rivoira consiguió lo que fue a buscar. Pero el juego colectivo del equipo fue muy pobre, incluso quizás peor que el de las primeras dos presentaciones. Vamos a ver si los jugadores del Globo tuvieron un promedio AH mayor o menor que el obtenido contra Gimnasia LP (5,71).
Daniel Islas (7): Bien el arquero del Globo. Logró, por primera vez en el torneo, mantener nuestro arco en cero. Tuvo dos atajadas muy buenas. A veces se queda cuando debería salir, pero nada para reprocharle. Más que aprobado.
Alexis Danelón (5): Al principio del partido, dio la impresión de que sus raíces canallas afloraron; se le escapaba la pelotas, no frenaba a nadie, siempre corría de atrás a los rivales. Pero en el complemento revertió la imágen. Sin ser una muralla, ni mucho menos, tomó mayor confianza y acompañó aceptablemente a Mancinelli, jugándole a su derecha.
Federico Mancinelli (7): El pelado, que llegó como reemplazo al lesionado Ferrero y para segundear a Domínguez, fue nuevamente el mejor de la defensa quemera. El último partido había tenido una labor difícil marcando al grandote Quiroga, pero esta vez lo anuló casi todo el partido a Bracamonte, que le saca media cabeza. Metió, luchó y sacó. Medalla de bronce.
Eduardo Domínguez (5): Sigue sin poder demostrar su experiencia y sus cualidades como marcador central. Lo pasaron en varias oportunidades y, si bien levantó un poco su nivel en el segundo tiempo, fue un punto bajo del equipo. Si se pone a tiro y Mancinelli mantienen su nivel, puede consolidarse una gran dupla defensiva.
Nicolás Minici (6.5): En cada partido deja todo. Tiene mucha entrega y sabe lo que hace con la pelota en los pies. Quizás sea algo lento para su posición (cuando sube le cuesta mucho bajar), pero de a poco va mereciendo el puesto. No se asoció bien con Busse, a quien tenía delante, pero fue más culpa del volante que suya.
Gonzalo Martínez (7.5): Picante, rápido y desequilibrante. Tiró lujos, la pisó en una cancha difícil y frente a un rival duro. Rivoira lo puso por derecha para aprovechar una banda que iba a ser, a priori, floja, ya que Lagos subiría constantemente y quien quedaba para defender era el conocido Yacuzzi. A diferencia de otros partidos, cerró sus jugadas (pegándole de afuera del área) pero le falta pulir esa última acción. Insisto, sería mucho más peligroso si arrancara sus jugadas varios metros delante de mitad de cancha y no detrás de la misma, ya que no tiene marca como para quedarse acompañando al lateral. Medalla de oro.
Lucas Villarruel (7.5): Viene llevando a cabo una tarea silenciosa, supuestamente acompañaría a Battaglia hasta el regreso de Barrientos, y sin embargo, para mi, y como lo dije en el análisis del partido, es el mejor jugador de Huracán en lo que va del torneo. Quita, raspa, mete, piensa y juega. Se para en el círculo central y sabe lo que tiene que hacer, con o sin pelota. Gran actuación del juvenil quemero. Podio junto a Martínez y Mancinelli. Medalla de plata, semidorada.
Rodrigo Battaglia (4.5): Su peor partido de los tres disputados, y tuvo un broche final acorde. Como anticipábamos en la previa, Jesús Méndez lo anuló, y si no fuera por Villarruel, el pelado ex Boca hubiera profudizado mucho más en terreno quemero, ya que Rodrigo no lo pudo frenar. Impreciso cuando tuvo el balón. Reaccionó infantilmente ante un empujón, le pegó una patada sin pelota a Nery Domínguez y vio la roja. Estará afuera por dos fechas.
Walter Busse (5): Tiene voluntad y está recuperando, de a poco, su estado físico, pero le falta juego. No gravitó en ataque (solo tuvo un disparo de lejos, no pudo desbordar casi nunca), tampoco cuando hubo que defender (que claramente no es lo suyo y no lo debería tener que hacer). No ayudó que jugara por izquierda cuando su puesto natural es de 8.
Mauro Milano (5.5): Puntuar a los delanteros de Huracán viene siendo complicado. La pelota les llega poco y cuando la reciben están muy bien marcados. En especial anoche, que el Globo casi no tuvo llegadas claras. Una fue la chilena ensayada por Milano en el punto penal que atajó muy bien Caranta. Pero salvo la pirueta, «Pini» mostró poco, mucho menos que lo hecho frente a Aldosivi y al clásico amistoso frente a San Lorenzo. Hay que acompañarlo.
Daniel Vega (5): A «Trapito» le es muy difícil jugar con el esquema de Rivoira. Tiene que bajar hasta mitad de cancha para tener contacto con el balón, y en ese sector del campo no tiene el peso que sabe tener en el área rival y sus alrededores. Tuvo solo una en sus pies, luego de una gran asistencia de Martínez, que se demoró y al definir lo tapo un defensor canalla mandándola al córner. Hay que tener en cuenta que jugó con el pie y el hombro doloridos.
Nahuel Oviedo (6): Siempre que entra, aporta algo. Ayer fue tenencia de pelota. Ingresó faltando poco más de 20 minutos para el final, por lo que Central iba como podía. Sin embargo, pudo aguantarla varias veces y por momentos fue una molestia para el mediocampo rosarino, porque se quedaba con la bocha en sus pies y los minutos corrían.
También jugaron Leonardo Villán y Santiago Chacón, pero incluso con los demenciales 6 de descuento que adicionó Maglio, ni uno ni otro llegaron a participar 15 minutos, demasiado poco como para calificar una actuación.
Son doce jugadores puntuados y el promedio entre todos ellos es 5,95. Bien, mayor al anterior y, hasta ahora, siempre en ascenso, pero han sumado mucho las notas individuales de Martínez y Villarruel. Hay que mejorar como equipo. La próxima, en el Ducó y frente a Merlo. ¿Aprobará el Globo?
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