Parece necesaria la presencia de un enganche. Es que el equipo mostró una gran deficiencia para pasar de una posición defensiva a una ofensiva, en dominio del balón. Ante Nigeria la pelota se movía de Jonás a Demichelis, a Samuel, a Heinze y volvía a Jonás. Pero no tenía salida. Verón no estuvo fino para el pase largo y Mascherano no es el indicado para cumplir con esa función. Toda la responsabilidad recayó en Messi, pero el Pulga aparece en tres cuartos de campo rival, donde es determinante.
¿Qué pasaría con un enganche? La presencia del enlace le daría un sentido de juego al equipo. Un jugador que pida la pelota en la mitad de la cancha y se la lleve a Messi a los tres cuartos. Y de esa manera potenciar a la Pulga, liberarlo de responsabilidades.
Carlos Tevez podría cumplir esa función, pero el jugador indicado para el puesto es Javier Pastore. El ex Huracán, ahora en Palermo de Italia, es el único del plantel (el único enganche que convocó Maradona tras la pelea con Riquelme) con las características necesarias para cumplir esa función. Indicar el camino y habilitar con precisión a los delanteros. ¿Quién sale? Todo indica que Maradona parará un 4-3-3 ante Corea, con el ingreso de Burdisso en el lateral derecho en lugar de Jonás Gutiérrez. Bien, se ordena la línea de fondo, pero no resuelve el traslado del equipo desde el campo propio al rival. El jueves, en el Soccer City de Johannesburgo, se juega el segundo examen: el objetivo es potenciar lo que se hizo bien y corregir lo que se hizo mal para ir de menos a más en este camino que es el Mundial.
Fuente: Clarin
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