El jugador sonreía. Se sentía cómodo, confiado. Había lanzado un par de centros buenos, entregado varios pases limpios y se sentía con aire como para aguantar físicamente el resto del partido. Hasta había rematado dos o tres veces al arco con puntería fina. De repente, justo antes que terminara el primer tiempo, sintió un leve ardor en un gemelo. Pantorrilla izquierda, sensación de desgaste. Se le borró la sonrisa cuando notó que los músculos no estaban perfectos como creía. Pero ya se venía el descanso y seguro se recuperaría.
Cuando arrancó la segunda mitad, trabó fuerte contra un rival millonario y se quedó con la primera pelota difícil del complemento. Así se convenció a sí mismo de que había sido sólo una molestia, que podía seguir sin problemas. Pero los músculos no mienten. Un rival académico lo encaró y le pintó la cara, le dejó las piernas hechas un nudo y le generó dudas. En la siguiente jugada, diferente procedimiento, mismo resultado: entre amarres y empujones, un rosarino lo desbordó por la banda.
Ahora, el jugador está a punto de entrar en el último tercio de partido. Quizás sea prudente que respire profundo y reconozca sus virtudes y debilidades. Pensar y repensar cómo y qué hacer en cada situación. Algunos contrincantes serán más fáciles de marcar y eludir; otros, una pesadilla. El que viene de frente tiene pinta de pertenecer al primer grupo. Es el más flaco, el más débil, el menos técnico de todos. Pero a ninguno se lo frena sin acción. Es tiempo de que levante la cabeza, aprenda de los errores y se esfuerce más.
Estadio: Julio Humberto Grondona.
Fecha: domingo 18/2 – 17 hs.
Árbitro: Darío Herrera.
TV: Fox Sports 2 (gratis en SD).
Huracán: Díaz; Araujo, Salcedo, Nervo, Álvarez; Pussetto, Bogado, Calello, Noir; Silva y Coniglio. DT: Gustavo Alfaro.
Arsenal: Santillo; Ferreyra, Curado, Monteseirín, Corvalán; Drocco, González, Wilchez, Alanís; Quintana y Cháves. DT: Sergio Rondina.
Foto: Agencia DyN.
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