Sol agradable y brisa fresca. Pocas nubes. Cacheo lento y espeso. Ducó pintado. Arena en el césped. En el calentamiento, solo los de rojo. ¿Sale Ceballos? Silbidos, puteadas, rezongos. Globo retro, blanco y negro. Silbatazo. Presión alta. Rolfi frente al arco, sin marca, remate. Ley del ex vetada. La sombra de Espinoza tiene nombre: Tagliafico. Sobre la izquierda, un pato. ¿Al agua? No, hace agua. Cuesta pasar a Cuesta. Más cuesta pasar a Vismara. Lucha, riña, traba. Codazo de CE7. Retenemos el aire, todos. Vista gorda del lineman gordo. Soltamos el aire, todos. Poco y nada. Cero a cero.
Time out. Pellegrino, al vestuario. Marcas de almohada en Mancinelli y Balbi. En la oscuridad incipiente, un Lucero. Uno a cero. Desorientación. Aturdimiento. Se inunda la banda izquierda. Para secarla, el de apellido de Saeta. ¿Romero Gamarra? En una butaca de la platea. Bogado, a boxes. Pelos de punta para la Bruja. ¿Villarruel? En una butaca de la platea. Ramón, más Ábila que Wanchope. Faltan delanteros. ¿Campana? Se fue a Chile. Miralles y Borghello, adentro. Faltan delanteros, en serio.
Tres dedos en alto. Arriba el cartel electrónico. Dientes apretados. Ojos bien abiertos. Insultos al aire. Balón a Espinoza. Infracción, centro, tiro de esquina. Ramón, más Wanchope que Ábila. Grito unísono. Desahogo. Insultos al aire. Objeción diabólica al árbitro. No ha lugar: goleador habilitado. C’est fini. Bajan las pulsaciones. Silbatazo. Uno a uno. Limón y azúcar. Ni cielo ni infierno.
Dejanos tu comentario:
