Huracán derrotó 1-0 a Unión en el Ducó con un golazo de tiro libre de Martínez y cumplió su parte. La distancia con Independiente no varió, pero el Globo, ahora, es el único que puede arrebatarle el ascenso al conjunto de Avellaneda. Casi imbatible durante este año, el equipo de Kudelka extendió varias rachas positivas y buscará la frutilla del postre.
Foto: Daniel Méndez
Se rememoraron tiempos mejores. El Ducó desbordó de público, la alegría inundó las tribunas, la confianza en el equipo fue casi ciega y, lo más importante, por supuesto, Huracán ganó. El que llevaba la número 10 ejecutó un tiro libre con pegada setentosa. El conductor de juego regaló a los espectadores un caño y un taco. El win derecho desbordó una y otra vez, tanto que las miradas de la Miravé parecieron apreciar no fútbol sino ping pong. Los defensores triangularon la pelota cuando hubo que hacerlo y la gente, ante la emoción de un triunfo esperanzador, no tuvo escrúpulos en recitar el «ole, ole» de antaño. El Globo ganó otra vez. El Globo no pierde hace doce partidos.
El contexto también invocó épocas de gloria. Un objetivo, una obligación, que parecía encerrada bajo siete llaves hace unos pocos meses, hoy está a una cerradura de distancia. Huracán rema desde atrás, sí, pero esa fue la forma en que lo hizo durante todo el campeonato. Si no sufre, no vale. Sin sacrificio, no hay recompensa. Las probabilidades matemáticas no están a favor del Globo, aunque sin duda son infinitamente mejores que hace diez fechas: existen. El triunfo de Independiente es una circunstancia negativa, pero es solo un obstáculo más en la larga, larguísima carrera que significó la Primera B Nacional para el equipo de Kudelka.
Creer es poder y Huracán creyó. Sus jugadores lo hicieron. Un grupo dividido, que se quedó sin director técnico tras solo diez jornadas, que transitó problemas extra futbolísticos y se resquebrajó antes de llegar a mitad de camino, encontró la humildad necesaria para lograr cosas grandes. Varios son los artífices, aunque la mención especial siempre será para el nuevo entrenador, trabajador y auténtico, que supo entender la identidad quemera incluso mucho mejor que otros con pasado en la institución. «La última llave es la que abre la puerta», suele decir Frank. Su filosofía tocó corazones. Aún sin concretar la hazaña, que será más que difícil, consiguió que su mensaje sea adoptado por el mundo Huracán: la unión hace la fuerza.
Huracán: Díaz; Mandarino, Mancinelli, Domínguez, Arano; Capurro, Cuesta; Espinoza, Toranzo, Martínez; Caruso.
DT: Frank Kudelka.
Unión: Castro; Vella, Zurbriggen, Sánchez, Mauri; Caballero, Bruna, Bertocchi, Alemán; Palacios y Salinas.
DT: Leonardo Madelón.
Árbitro: Germán Delfino.
Estadio: Tomás A. Ducó.
Goles: 6 ST – Martínez.
Cambios: 10 ST – Faría por Mauri; 22 ST – Tarquini por Salinas; 30 ST – Ábila por Caruso; 38 ST – Villarruel por Capurro; 40 ST – Gallegos por Toranzo; 41 ST – García por Tarquini.
Amonestados: 32 PT – Palacios; 7 ST – Bruna; 14 ST – Alemán; 18 ST – Cuesta; 21 ST – Caballero; 30 ST – Castro; 44 ST – Martínez.
Incidencias: 29 PT – expulsado Bertocchi por roja directa; 11 ST – expulsado Bruna por doble amonestación; 28 ST – expulsado Caballero por roja directa.
Dejanos tu comentario: