Huracán cayó 1-0 ante Crucero del Norte en el debut de la temporada. Un error grave de Ferrero le permitió al local poner cifra definitiva al partido. El equipo no fue menos que el rival pero su producción fue pobre. «A la gente le pido tranquilidad, el torneo es muy largo», dijo Mohamed.
Los jugadores se retiran cabizbajos como si toda la gente que no pudo asistir al estadio los mirara con el ceño fruncido y gestos de reproche. Los hinchas que sí están, los de Crucero, festejan un triunfo quizás impensado. Se acaba concretar el 1-0 del Colectivero sobre el Huracán del Turco Mohamed, nada más y nada menos. En sus hogares, los quemeros apagan el televisor y descargan su bronca en las redes sociales. Es que de los últimos once arranques de torneo, el Globo cayó en siete ocasiones. No solo eso, el resultado se sella a partir de un yerro severo de un defensor propio, pero la forma en que se produjo el tropezón en Misiones es la que enciende las alarmas: fallas en la defensa, poca producción de juego en el medio y ausencia de peso en el área contraria.
Por supuesto, la desazón sentenciada a raíz de la derrota ganó terreno en el corazón de varios. Las expectativas eran tan altas que se esperaba mucho desde la primera fecha. Pero hay que tener en cuenta que la desesperanza es el paso previo a la acción. Además, no todas son pálidas. Dentro de lo que fue una caída inmerecida pero justificada, hubo atisbos de una idea de juego prometedora: una defensa que, si no se complicaba sola como lo hizo, no registraba filtraciones; un Capurro capaz de distribuir la pelota con precisión y un Martínez capacitado para trasladarla hacia delante; dos laterales que, dejando de lado la mala performance individual, dieron cuenta del pedido del entrenador de llegar hasta el fondo; un Espinoza que puede profundizar ambas bandas y un Quintana apto para desnivelar en el juego aéreo. Conceptos que pueden rendir frutos, más aún cuando dos de los mejores intérpretes del plantel, Mauro Milano y Matías Defederico, estén en óptimas condiciones físicas.
El primer paso se dio en falso. Es hora de acertar a la hora de dar el segundo. La localía es un factor determinante en la B Nacional, factor que Huracán no ha sabido adoptar en las últimas temporadas. También lo es el apoyo al proyecto y al ideal de juego. Es tiempo de transformar el Palacio Ducó en una fortaleza, de respaldar a los jugadores en la ventaja y en la desventaja, en el acierto y en la equivocación. «El torneo es muy largo», declaró Mohamed, y vaya si tiene razón. El camino se hace al andar y nadie lo concluye sin haber tambaleado en algún momento. En criollo, esto recién empieza.
Huracán: Pozo; Ferrero, Domínguez, Cuesta; Velázquez, Capurro, Villarruel, Arano; Mandarino, Arraya y Martínez.
DT: Antonio Mohamed.
Crucero del Norte: Caffa; Pérez, Chávez, Tomassini, Romero; D. Torres, Marczuk, Cálgaro, Fileppi; Bruno y Pereyra.
DT: Iván Delfino.
Árbitro: Silvio Trucco.
Estadio: Comandante Andrés Guacurarí.
Goles: 31 PT – Fileppi.
Cambios: 0 ST – Quintana por Cuesta; 11 ST – Álvarez por Fileppi; 18 ST – Nievas Escobar por Pereyra; 18 ST – Espinoza por Mandarino; 29 ST – Romero Gamarra por Villarruel; 42 ST – F. Torres por D. Torres.
Amonestados: 10 ST – Capurro; 15 ST – Bruno; 24 ST – Ferrero; 39 ST – Romero.
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