Huracán sopló fuerte en Mendoza: dominó el partido, le ganó 2-1 sobre la hora a Independiente Rivadavia y escaló varias posiciones. Aunque mantiene la diferencia de puntos con Instituto, que ocupa la tercera plaza de ascenso, el Globo se predispone de la mejor manera para afrontar el tramo final del torneo y el debut en la Copa Argentina.
Foto: Diario Olé
Domínguez acomodó la pelota sobre un césped de un largo incómodo, pero aplastado y pisoteado tras 93 minutos de juego. Toranzo ya no estaba en el campo y él debía hacerse cargo del tiro libre. Esperó la señal del árbitro con ambas manos en la cintura. Tras el pitazo, dio solo dos pasos de carrera y ejecutó con elegancia, tanta que su postura y técnica coquetearon con la negligencia. Por la tarde de domingo fría y nublada que ofreció Mendoza, o quizás por el cansancio que le causó trazar una parábola perfecta sobre la barrera humana, el balón se fue a dormir acobijado por la red del arco de Independiente Rivadavia.
Mientras la pelota encontraba el sueño, a Eduardo le llegó el momento de catarsis. Lágrimas de alegría y descarga brotaron de un rostro cuyas comisuras de la boca por poco no chocaban con las orejas. Hora y media atrás, su titularidad todavía no se había confirmado; arrastraba el dolor de un esguince mal curado y Víctor Cuesta ya estaba habilitado para regresar a la formación inicial. En ese instante, prácticamente decretada la victoria sobre la Lepra, en el piso y abrazado por todos sus compañeros, todo fue felicidad para el capitán. A la distancia festejó Arano, que participó del primer gol, y Martínez, que fue el mejor del primer tiempo. Fue un día de reivindicación para los más resistidos.
Con su segundo triunfo en el interior del país, Huracán marcó presencia en la parte alta de la tabla y demostró que peleará el ascenso hasta que los números se lo permitan. El invicto de seis partidos del equipo de Frank Kudelka, logrado en la vorágine de irregularidad en la que se marean casi todos los participantes de la categoría, es un mérito del que cuerpo técnico y plantel comparten los derechos de autor. A este pasado inmediato, que define el buen presente, se le suma un futuro alentador. Los próximos dos compromisos del Globo -Douglas Haig y Banfield- serán en condición de local y, cuando le toque volver a disputar un cotejo fuera del Ducó, enfrente estará un débil -acaso descendido- Villa San Carlos. En el medio, Huracán y Crucero se medirán por Copa Argentina. Lejos de resultar fáciles y cómodos, cada duelo representará un obstáculo a sortear para llegar a la meta, pero el conjunto de Parque Patricios los afrontará con el calor que le ha dado la llama de la esperanza.
Huracán: Díaz; Mandarino, Mancinelli, Domínguez, Arano; Capurro, Villarruel; Espinoza, Toranzo, Martínez; Ábila.
DT: Frank Kudelka.
Independiente Rivadavia: Ayala; Agüero, Caballero, Parisi; Guerra, Cardozo, Fernández, Tonetto; Pérez; Gamba y Carboni.
DT: Roberto Trotta.
Árbitro: Jorge Baliño.
Estadio: Bautista Gargantini.
Goles: 16 PT – Cardozo (en contra); 29 ST – Pérez (de penal); 48 ST – Domínguez.
Cambios: 22 ST – Gutiérrez por I. Cardozo; 30 ST – D. Cardozo por Tonetto; 33 ST – Caruso por Toranzo; 39 ST – Rossi por Carboni; 41 ST – Defederico por Martínez.
Amonestados: 39 PT – Guerra; 2 ST – Mancinelli; 4 ST – Villarruel; 12 ST – Toranzo; 22 ST – Caballero; 27 ST – Mandarino.
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