Con suplentes, Huracán empató 1-1 con Gimnasia en el Ducó y desaprovechó la chance de sumar de a tres ante un rival que venía en baja. El juvenil Lucas Campana marcó el gol en su debut en la primera del equipo. Se presentaron David Distéfano y el prometedor Edson Puch.
Foto: Daniel Méndez
Sacar puntos y probar alternativas para el equipo titular. Esos eran los objetivos del duelo ante el Lobo platense, que llegaba al Palacio tras caer en el clásico con Estudiantes. Por el lado de los de Apuzzo, suplentes por doquier. Federico Mancinelli fue la excepción de un Huracán muleto, que no perdió y hasta mostró algunos breves momentos interesantes, pero dejó una impresión general sin brillo. Con laterales juveniles, un mediocampo de poca marca y un doble 9 desencajado, el Globo dio muestras de la improvisada alineación a la que tuvo que recurrir por la seguidilla de partidos. Obligaciones de copero, se podría decir.
Durante la primera mitad, las subidas de Oreja y Litch fueron suficientes para complicar al local, que tenía cuatro volantes, pero solo uno de contención. La poca interacción entre los del medio obligó a los defensores quemeros a acelerar la transición; pelotazos a Campana y Borghello, que, ante el porte físico de la zaga central tripera -encabezada por el enorme Barsottini-, poco pudo hacer. Así de rápido como se iba, la pelota volvía. Fue en una de las subidas del zurdo capitán platense que llegó el desnivel. Litch aprovechó la soledad que le brindaron para ensayar un remate defectuoso, que encontró al pie de derecho de Medina dentro el área. Fortuna mediante, Gimnasia en ventaja.
Con el despertar de Moreno y Fabianesi en el complemento, los dueños de casa inclinaron la cancha. Sin atropellar al rival ni volar alto en su juego, ganaron metros como en el rugby y consiguieron la igualdad rápidamente. Balón detenido, cabezazo de Campana, colaboración inestimable de Navarro. El del Lobo se sumó a la lista de arqueros amigos de Huracán. El juvenil, agradecido, sacó el grito de gol del fondo de sus entrañas. Tras el festejo conmovedor, poco y nada. Puch ingresó, hizo echar a Oreja y demostró que tiene cualidades, pero le falta estado físico. Lo del chileno fue levemente destacable en un partido con poco jugo, en el que el Globo alternativo sacó un puntito.
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