En Córdoba, Huracán no pasó del empate sin goles ante el descendido Talleres y desperdició la oportunidad de llegar a zona de ascenso por primera vez en la temporada. El equipo de Kudelka, que extrañó a Toranzo, fue superado por un rival que jugará el Argentino A. Una vez más, el Globo dependerá de resultados ajenos para lograr el objetivo.
Foto: Télam
No solo el resultado, sino el cómo. El problema fue el cómo. Huracán visitó a un equipo diezmado, de los peores en el torneo, después de padecer un episodio con sus barrabravas y habiéndose concretado su descenso un día atrás. Sin embargo, fue Talleres el que jugó como aspirante al ascenso, mientras el Globo asumió el papel del débil. El marcador final indicó igualdad en cero, pero en el meritómetro los cordobeses se impusieron por goleada. ¿Cansancio? Es posible, tras varias jornadas entre semana. ¿Falta de actitud? Los que se presentaron en el Kempes fueron los mismos jugadores que remontaron las desventajas ante Sarmiento y Douglas. Entonces, ¿qué pasó?
No hay una respuesta clara. O las hay, muchas, en plural. Lo cierto es que Huracán no puede permitirse traspiés si desea seguir en la lucha. El tropezón en Córdoba acarrea una realidad que impacienta y desgasta, se necesitará una ecuación muy específica de resultados para alcanzar el sueño y regresar a Primera División. El duelo entre Instituto e Independiente, que parecía alentador para el Globo porque alguno -o ambos- dejarían puntos en el camino inevitablemente, se transformó en un cotejo de vital importancia, casi tanta como el propio choque en Parque Patricios ante Unión, el próximo domingo.
Por supuesto, hay otra verdad igual de insoslayable. Tras un campeonato repleto de irregularidades y vaivenes, desesperanzas y alarmas, salidas y llegadas, ni el más optimista imaginó llegar a la penúltima jornada con chances. El club es muy grande para conformarse con buenas campañas en segunda división, pero no se puede negar el trabajo duro de un grupo que encabeza Frank Kudelka e incluye a todo el plantel profesional. El entrenador devolvió la ilusión a los hinchas con su trabajo, forma de ser y declarar. Los jugadores se esforzaron para reivindicarse y aún tienen posibilidades de otorgarle al Globo lo que más necesita y anhela fervorosamente. La esperanza, se dice, es lo último que se pierde.
Huracán: Díaz; Mandarino, Mancinelli, Domínguez, Arano; Capurro, Villarruel; Espinoza, Caruso, Martínez; Ábila.
DT: Frank Kudelka.
Talleres: Costa; Bottino, Burgos, Nievas, Shaffer; Barrionuevo, Torres, Díaz, Pavón; Álvarez y Klusener.
DT: Jorge Ghiso.
Árbitro: Diego Ceballos.
Estadio: Mario Alberto Kempes.
Goles: No hubo.
Cambios: 19 ST – Villafáñez por Espinoza; 21 ST – Milano por Martínez; 33 ST – Arraya por Ábila; 37 ST – Molina por Barrionuevo; 41 ST – Ramis por Álvarez; 46 ST – Francés por Pavón.
Amonestados: 20 PT – Díaz; 36 PT – Espinoza; 10 ST – Arano; 20 ST – Klusener.
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