El entrenador campeón con Huracán en 2014 habló a dos años de la histórica consagración y se refirió al poco reconocimiento que tienen por todo lo logrado durante esos meses. A su vez, se metió con los rumores que lo relacionan con el negociado de juveniles: “Trabajo para tener el mejor sueldo en el club y no pensar en pelotudeses. Soy feliz así como soy”, afirmó el DT de la Reserva.
El 26 de noviembre no es una fecha más en el calendario para los hinchas de Huracán. Pasarán los años y todos los quemeros recordarán donde estuvieron aquella noche de alegría y grandes emociones. El penal de Hernán Encina y las manos de Marcos Diaz le pusieron fin a una agonía que perduró durante 41 temporadas. Una agonía que no puede resumirse en una simple ejecución porque el camino a la consagración fue arduo y tedioso.
Néstor Apuzzo tiene sin lugar a duda un lugar dentro de los grandes partícipes de este histórico título. Más allá de que recibió al equipo en semifinales, el de 54 años de edad debió tomar el mando de un barco que estaba completamente a la deriva. El actual DT de Reserva abre las puertas de su actual vestuario y recuerda lo que fue el comienzo de un nuevo ciclo al comanda del equipo de Primera:
“No me tomó de sorpresa porque ya era el quinto interinato. Sabíamos que era un momento en donde no había vuelta atrás, no quería nadie agarrar el equipo y pusimos el pecho otra vez. Confiábamos que podíamos lograr el objetivo de ascender, y de triunfar en semifinales y final de Copa Argentina. Le dije a Nadur que íbamos a ascender y a salir campeones, y me dijo que estaba loco, ja. Muy equivocado no estaba”, afirma con la sonrisa que lo caracteriza.
Pero el punto de partida no fue la propuesta del presidente ni su rápida aprobación. El momento en que el ex combatiente de Malvinas dio ese paso adelante fue con la conformación del once titular: “Tuve que reacomodar varias piezas. Hice muchos cambios, aunque algunos se olvidan de eso”. Lo primero que hizo fue darle la cinta de capitán a Eduardo Domínguez y lo juntó con Rodrigo Erramuspe para que vuelvan a hacer dupla de centrales. A ellos, les sumó dos tipos experimentados en los laterales como Federico Mancinelli y Carlos Arano.
Federico Vismara, con su clásica vincha y las chapas al viento, tomó el puesto de número 5, acompañado por Lucas Villarruel. Para la creación, decidió juntar a Gonzalo Martínez y Patricio Toranzo, uno de los referentes que no venía teniendo continuidad. Cristian Espinoza dejó el sector derecho, para moverse por todo el frente de ataque, y el 9 pasó a ser ni más ni menos que Wanchope Ábila, hoy en día, uno de los delanteros más importantes de Sudamérica.
“Con Darío (Kudelka) jugaba solo Copa Argentina porque en el torneo lo hacían Milla y Borghello. Apostamos por Wanchope (Ábila) a pesar de que físicamente no estaba como debía. Igual, gracias a dios lo hicimos”, afirma con los ojos bien abiertos. Con estos futbolistas, sumado a Alejandro Romero Gamarra, Agustín Torassa, Ezequiel Gallegos y Matias Giordano, los de Parque Patricios solo sufrieron una derrota en el cierre del 2014.
– Hablando de la previa a la final. ¿Pesaban los 41 años sin salir campeón?
– “¿Y qué te parece? El fantasma ese en Huracán está siempre. Como ahora, perdés un par de partidos y parece que ya descendés. Lo conozco más que nadie el club, pero estábamos convencidos que se podía. Teníamos una bronca especial que nos hizo agarrar el presidente de Rosario Central”.
“Festejó el título dos días antes. Había armado la cena para familiares y amigos de los dirigentes y los jugadores. No sé qué habrá hecho, espero que lo haya donado a chicos carenciados porque nos quedamos nosotros con todo”.
– ¿Qué recordás de los penales?
– “El decisivo fue el que pateó Ferrari, que lo tiró afuera. Después, en el último, sabía que Huracán era campeón antes de que pateara Encina. Habíamos hablado con Marcos (Diaz), que lo había tenido de compañero en Colón y sabía dónde medianamente lo podía patear. Él venía agrandado de atajar algunos de los penales, justo tocó Encina y vimos que nosotros lo metimos primero… Por lo menos yo dije “esta vez sí, nadie le iba a sacar la alegría al hincha de Huracán””.
– ¿Qué pensaste cuando la pelota toca las manos de Marcos (Díaz)?
– “Le agradecí a dios por darme revancha en el club. Todo lo que parecía que iba a dar como futbolista, no lo pudo hacer por todos los problemas de salud que tuve. Y después a mi familia y a mis amigos, los que siempre están y no son los amigos del campeón. Pensé en esa gente, aparte de vivirlo como entrenador e hincha. Nadie me quita el estar ahí adentro, que dios me dio esa posibilidad. Después del nacimiento de mis hijos, fue uno de los días más lindos de mi vida”.
Después de su salida a mediados de agosto tras la derrota ante Nueva Chicago, Apuzzo se tomó un pequeño descanso para encarar lo que es hasta el momento una exitosa gestión al mando del equipo de Reserva. Pasan las semanas, pasan los días, pasan las horas y quien trabajó en la Filial del Barcelona en la Argentina siente que todavía el torneo no es reconocido como debería. Una estrella que cortó con 41 años de espera.
¿Considerás que se valora poco el título logrado?
– “A ver… El hincha de Huracán es muy especial y yo lo conozco mejor que nadie. Por ahí, te valoran más el subcampeonato del 2009 y siguen hablando de que te robaron, y se olvidan que salimos campeones en 2014 y 2015. No es que me duela, porque lo del 2009 me dolió más que a nadie y no estaba laburando en el club, pero este título debe ser más reconocido y el de la Supercopa, también. Hoy se matan por ganar la Copa Argentina. Le preguntas a Boca y a River que quieren, y es la Copa Argentina. Fue un antes y un después en el club”.
– ¿Y a vos en lo personal? ¿Pensás que se te reconoce poco?
“Y… Uno le está agradecido al club porque me dio mucho, me sostuvo en un momento difícil como el salir de la Guerra de Malvinas y me crio como persona junto a mi familia, pero uno también le dio todo, no se guardó nada. Honestamente me duele porque doy la vida por este club y siempre lo hice. Tengo la suerte de ser el entrenador más
de la historia y el más barato al mismo tiempo. Creo que te tienen que valorar por eso: barato, exitoso y todavía dándole cosas al club. Igual, todo esto lo tomo de quien viene. Es un año político y le buscan el pelo al huevo”.
¿Cómo sucede con la Reserva?
“Claro. Si estas en la punta de la Reserva es porque te bajan jugadores de la Primera. Una cosa: nunca en la historia la Reserva estuvo primera y hoy tenemos 52 puntos en todo el año. Si vos corres en Fórmula Uno, tenes 21 o 22 autos y nosotros tenemos el presupuesto 18. Vamos primeros con eso. La gente te agradece. Vos haces 20 o 30 kilómetros de la Quemita y sos ídolo total. En Parque Patricios, que soy uno más, también lo soy. Pero después hay un pedacito de un lado y un pedacito del otro donde se mete la política, que creo que me quieren igual, pero no sé si es envidia o no les gusta mi cara”.
– Porque aparte la Copa Argentina y la Supercopa no son tus únicos títulos en Huracán.
“Por eso… ¿Qué más tengo que demostrar cómo entrenador? Salí campeón en la Primera de futsal como jugador y DT, y hoy están festejando que ascendieron. Salí campeón en Preinfantiles, en infantiles, en el Sudamericano Sub-17 en Mar del Plata como coordinador… Salimos campeones en Primera dos veces, ascendimos… La Reserva terminó entre los mejores tres equipos del torneo y ahora va primera con 52 puntos en la general. Me falta el fútbol femenino nada más. Eso me da bronca. Ante igualdad de condiciones, hacele un mimo a tu hijo que está en tu casa. Igual, sé que es una minoría y que mucho es política”.
– ¿Las críticas parten de ese sector? Porque en el día a día se ve que el simpatizante te reconoce todo lo que hiciste en el Globo.
“Soy un eterno agradecido al hincha genuino de Huracán. Por ahí, por una minoría digo muchas cosas que no debería, pero a uno le duele. Le estoy agradecido a la gran mayoría porque se lo que sienten por el club y por uno. Esa minoría seguramente lo es para sacar ventaja en otras cosas. Ojo, lo malo va a ser cuando nadie más hable de uno”.
¿Pero pensás que es fácil pegarte?
– “Es algo que me tengo que acostumbrar. Si le pasa a Messi y Maradona, como no me va a pasar a mí, que al lado de ellos soy un 4 de copa. Así es el fútbol y la vida. Yo digo siempre lo mismo, mientras respeten y no vayan para el lado familiar, porque me han tocado a un familiar y ahí si me calenté. Porque en ese sentido soy así, me matas o te mato, me criaron de esa forma”.
A lo largo de su carrera, Néstor tuvo que lidiar con varios trascendidos que lo relacionaban con los negociados de jugadores juveniles. Día a día, se pueden ver en las redes sociales diferentes mensajes que lo tienen a él como protagonista de uno de los hechos de corrupción que más se repite en el fútbol mundial. Sobre este tema, el director técnico bicampeón afirmó:
“Nunca le hice mal a nadie, al contrario. Siempre trato de que saque ventaja el club porque es el que nos da de comer. Me siento y quiero arreglar un contrato medianamente importante porque es lo único que me interesa. Trabajar para tener un buen sueldo en el club y no pensar en pelotudeses que terminan diciendo más de uno, y que te lastiman también. A la larga, como siempre, la vida te da la posibilidad que se den cuenta como es todo. Que pega la vuelta y que vos no tuviste nada raro. Siempre hay gente malintencionada que está esperando el momento para poder decirte algo, tejen cosas que no son…”
– Negociados…
– “Exactamente. Todas las noches apoyo la cabeza en la almohada contento y feliz de ser como soy. Tuve la posibilidad de tener un 10% de uno de los jugadores más importantes que sacó el club en el último tiempo a cambio de una importante deuda que tenían cuando me fui. Podía haber elegido a Daniel Osvaldo y hoy sería multimillonario porque lo vendieron un montón de veces en mucha plata, y nunca acepté nada. Ni jamás lo voy a aceptar y soy el tipo más feliz del mundo de esa forma. Y a partir de ahí, imagínate que no me interesa absolutamente nada más que dar lo mejor por la institución y ser como es uno”.
– ¿Es Huracán el lugar de tu retiro?
“No sé, la verdad que no lo sé. Si me preguntas que va a pasar conmigo y ni yo lo sé. Tengo contrato hasta fines del 2017, pero tengo ofertas. Si me voy del club, el primero que se va a enterar es el presidente. Me une un gran respeto, una gran relación. Siempre confió en mí y lo tengo que reconocer, como también parte de la CD. Ahí decidiremos mi futuro: si nos quedamos el año que viene, cumplimos el contrato y armamos otra cosa o partimos. Pero tengo muchos problemas personales como para pensar en ello. Me llena de orgullo y quiero reconocer que, si me llaman, es gracias a Huracán. Si no pasaba por Huracán, no tendría el reconocimiento que tengo a nivel nacional e internacional”.
Punto final de la charla. Apuzzo se retira del vestuario junto a Eduardo Laguna, su ayudante de campo en Reserva, mientras diagrama lo que será una semana agitada con notas y diferentes eventos relacionados al aniversario. Se cumplen dos años de un sueño hecho realidad. De un antes y un después en la historia del club. Para brindar a la noche y recordar que campeón no se sale todos los días.
Por Nicolas Roncoroni (nico_ronco)
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